martes, 10 de marzo de 2009

¿Cómo enfrentar el miedo a la perdida de seguridad al enterarnos de nuestro diagnóstico?



El miedo y la ansiedad producto de una noticia, un evento o un acontecimiento, son emociones propias del ser humano. El miedo como tal, es un sentimiento que surge debido a situaciones abrumadores, reales o supuestas, que son percibidas como amenazantes, que nos hacen vulnerables y afectan nuestro desempeño. Por lo general, todos nuestros miedos tienen que ver con la inseguridad que nos produce lo desconocido y surgen por nuestra falta de capacidad para enfrentar lo que sucede a nuestro alrededor.


El miedo es una experiencia desagradable que incluye sentimientos de temor, malestar, preocupación, angustia y ansiedad, acompañados de una inestabilidad física muy intensa. El miedo es sufrimiento. Tal y como el cuerpo experimenta dolor como señal de que algo ocurre en su interior y que debe examinarse, el sufrimiento es la alarma que nos alerta que el alma está padeciendo. El miedo afecta la calidad de vida, nos bloquea, nos lleva a postergar, nos impide tomar decisiones, emprender, soñar y pensar en el futuro. El temor reduce el nivel de productividad, sofoca la creatividad y originalidad, perjudica la capacidad de relacionarnos con otros e interfiere con la habilidad de razonar. Asimismo, el miedo trae como consecuencia estrés, alteración del sistema nervioso autónomo y parasimpático, úlceras, dolores de cabeza, alergias en la piel, malestares estomacales, insomnio, fatiga creciente, pérdida del apetito y un deseo frecuente de orinar, cambios en la presión sanguínea, aumento de la tensión muscular, digestión lenta y alteraciones químicas en la sangre.


Ante la situación de enfrentarnos a una realidad como puede ser un diagnostico y para atacar las manifestaciones del miedo, se recomienda adoptar una serie de iniciativas:


1) Comprenda y/o acepte el miedo, es parte de entender que estamos en un cuerpo limitado y mortal. Una dosis de miedo es normal para la supervivencia. Admita sus temores, inseguridades, conflictos y ansiedades cuando surjan.


2) Enfrente su miedo con la determinación de abordarlo para impedir que afecte su cuerpo y su estado emocional y por ende minar su salud, no lo evada ni mucho menos lo niegue.


3) No intente suprimirlo, sino regularlo para que le sea útil. Actúe sobre él en vez de padecerlo y evalúe el impacto paulatino de sus acciones. No se obligue a estar bien de la noche a la mañana.


4) Consérvese optimista. La práctica del pensamiento positivo estabiliza la mente y ayuda al intelecto a discriminar y tomar decisiones. Evite las declaraciones negativas y cámbielas por afirmaciones positivas. Como puede ser afirmaciones de: Estoy bien conmigo mismo, Me siento bien, etc. evite pensamientos deprimentes.


5) Viva el presente. Tenga en cuenta que el futuro es una posibilidad, algo que aún no ha surgido y sobre lo que no hay certeza, y el pasado ya murió, no hay marcha atrás. No busque a quien culpar, busque generar soluciones. Lo único real que tenemos es el presente, que es un regalo con el que contamos y debemos vivir cada instante lo mejor que podamos. No olvide sonreír por lo que sí tiene y disfrutarlo al máximo.


6) Tómese el tiempo para reflexionar. Meditar permite ir a la profundidad del ser, mirar y experimentar nuestra verdadera naturaleza, realizar las acciones necesarias para superar las barreras que impiden disfrutar la vida. Evalúe periódicamente sus prioridades y objetivos de vida y replantéese nuevas metas, le ayudara a sentirse vivo y buscar nuevos retos.


7) Busque redes de apoyo y orientación. Rodéese de personas sanas o que como Usted también experimentan sus mismos miedos pero buscan formas preactivas de canalizarlos, no se contamine con personas pesimistas que solo alimentan su incertidumbre. Mantenga contacto con amigos, intente cultivar nuevas relaciones con otras personas. Si le sirve, participe en una iglesia o grupo social; busque la ayuda de otras personas que lo asesoren sabiamente.


8) Cultive su fe y la oración en busca de paz interna. Cualquiera que sea su creencia, alimente su vida espiritual. Esto le ayudará a manejar los miedos y a guardar la esperanza. La esperanza es la espera tranquila de un mañana que tendrá sus problemas, pero también sus soluciones.Por sobre todo no dejemos que el miedo nos paralice ni afecte nuestro desempeño; justo ahora no podemos darnos el lujo de poner nuestro trabajo en juego; necesitamos contar con salud y poder demostrar todas nuestras habilidades al máximo. Y si mantenemos una mente y un cuerpo sano, nos enfermaremos menos y no tendremos que ausentarse tanto del trabajo. No hay nada de malo en sentir miedo, el problema es que éste nos inhabilite para actuar. Recuerde que El valor no consiste en la ausencia de miedo, sino en la capacidad de proseguir a pesar de él. La alteración del sistema nervioso genera palpitaciones, resequedad en la boca, tartamudeo o dificultad para hablar, contracciones del intestino e incremento en el movimiento peristáltico que ocasiona diarrea así como disminución de la respuesta inmunológica. En condiciones normales, el sistema
inmunológico elimina los agentes infecciosos provenientes del medio ambiente o de los elementos de la naturaleza; sin embargo, por causa del miedo, la tiroides segrega una sustancia química que suprime la inmunidad, tornando al cuerpo vulnerable a las infecciones, exacerbando los síntomas de enfermedades como la diabetes y tornando al organismo más propenso a enfermar, pues cuando el sistema inmune, que tiene como función reconocer como propias las partes del cuerpo y destruir los elementos infecciosos extraños, deja de funcionar de manera normal, ataca órganos o partes del cuerpo, debido a que los identifica como enemigos, generando ulceras y agentes cancerígenos. *


Cuide su estado mental, y mantenga su salud intacta.



* Quesada Verónica, Psicologa y Consultora Social.

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